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Ven en la iniciativa "una amenaza para el medio ambiente y la salud pública"
AMÉSCOA. El proyecto de la empresa Cementos Portland Valderrivas de complementar la actividad de su planta de Olazagutía-Olazti con la incineración de residuos ha suscitado un intenso rechazo en el valle de Améscoa. Sus cuatro ayuntamientos (Améscoa Baja, Aranarache, Eulate y Larraona), así como también varios de los concejos que integran Améscoa Baja, han aprobado a lo largo de las últimas semanas idénticos acuerdos plenarios en los que se rechaza "la incineración como forma de tratamiento de residuos y en particular la quema de los mismos en los hornos que la cementera Portland Valderribas tiene en Olazti-Olazagutía".
Los acuerdos de estos ayuntamientos llegan tras haber conocido que, el pasado 26 de mayo, el Gobierno de Navarra modificó la autorización de que disponía Cementos Portland Valderrivas, para complementar su actividad de fabricación de cementos con la puesta en marcha de una actividad de incineración de residuos.
Desde los ayuntamientos de este valle recuerdan que "poniendo en práctica el principio de precaución, cabe destacar que todos los ayuntamientos del valle de Améscoa han rechazado el proyecto presentado por Portland Valderrivas, por tratarse de una amenaza tanto para el medio ambiente como para la salud pública de todos nosotros, por estar el valle de Améscoa a tan solo 9 kilómetros de la cementera".
En esta línea, los consistorios de Améscoa Baja, Aranarache, Eulate y Larraona consideran en su acuerdo "la incineración como forma más insostenible y peligrosa de tratar residuos, ya que genera emisiones contaminantes y tóxicas que perjudican gravemente a la salud de las personas, la fauna, la flora, el aire y el agua". Los ayuntamientos recuerdan que "existen alternativas más sostenibles y limpias que fomentan su reducción mediante la implantación de sistemas de recuperación y reciclaje".
Por otro lado, recuerdan que "el ejercicio de una actividad de incineración de residuos en un área de influencia de estos municipios de eminente carácter rural y medioambiental atenta gravemente contra sus actividades tradicionales ligadas a la ganadería, las industrias agroalimentarias, el turismo rural, la hostelería, etc".
En su acuerdo, los ayuntamientos de Améscoa llaman "a sumar voluntades para lograr la paralización definitiva de esa actividad".
En esta línea, se ha enviado un manifiesto a otras entidades locales para su aprobación, en el que, además de lo señalado anteriormente, se recuerda que la incineración "genera emisiones contaminantes y tóxicas, como metales pesados, dioxinas, furanos, gases de efecto invernadero, gases ácidos, etc".
Asimismo, se indica que "la situación de la planta contraviene frontalmente con los criterios de ubicación de una actividad de valorización energética contemplados en el propio Plan de Residuos de Navarra". Además de la cercanía a la población y su afección al sector primario, se hace referencia a la existencia en el entorno "de importantes espacios protegidos, como el Parque Natural de Urbasa-Andía, Aitzkorri-Aratz, Aralar, sin olvidar acuíferos y pantanos para abastecimiento de agua, como el Urederra e Itxako, entre otros".
Por todo ello, los consistorios afirman que "no podemos hipotecar el desarrollo futuro de nuestros pueblos con proyectos como éste, que lejos de solucionar los problemas económicos los agravan al socavar la base económica de las comarcas afectadas".
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